"Siendo consciente ahora de todo, sólo puedo decir Padre mío aquí estoy hágase en mí tu voluntad"

Catequista del Arciprestazgo de Güímar

Testimonio

Eran los años 90 cuando después de recibir el sacramento de la Confirmación, inicié con mucha ilusión la aventura de dar catequesis...una aventura que dudaría más de una década sin interrupción, en la que tuve la suerte y el privilegio de preparar un buen grupo para la Primera Comunión y posteriormente acompañar y guiar al mismo grupo hasta la Confirmación, periodo en el que se crearon unos vínculos muy fuertes entre los niños y la que suscribe, que perduran a día de hoy...y es que donde el amor de Dios se hace presente  queda la huella y la buena energía para siempre.

Finalizada esta etapa sentí que mi labor como catequista había terminado y que era el momento de hacer nuevas cosas, pero por motivos de necesidad de catequistas en la Parroquia continué de catequista y preparé a otro grupo para hacer la Primera Comunión.

Posteriormente mi padre enferma y tiene que luchar contra una dura y larga enfermedad y decido dejar la catequesis para centrarme en los cuidados y acompañamiento de mi padre hasta el día que fallece.

Fallecido mi padre ya estaba muy alejada de la labor de catequista, de la Eucaristía y de practicar como verdadero cristiano...posteriormente di a luz a mi hijo  al que bauticé como creyente pero igualmente seguía sin dar espacio y centro de mi vida a Dios, pues me centré en la familia  creada, trabajo, ascenso y en las cosas superficiales del mundo mundano en el que encontré decepciones, vacío, dolor, soledad, debilidad y poca salud...y fue entonces cuando una amiga agnóstica escuchó hablar de la Virgen de la Paz y me propuso ir a Medjugorje pues había oído que todo el que iba allí su vida cambiaba...motivada por un cambio de vida y por la poca salud de una niña a la que quería y quiero fui a visitar a la Virgen de Medjugorje Reina de la Paz..., allí sentí con la confesión la liberación y una fuerza interior descomunal.

En ese viaje tuve un gran encuentro con Jesús y con mi padre que me dieron una gran lección de amor y la invitación a la reconvención..., a partir de ese viaje cambiaron mis prioridades y empecé a reflexionar los motivos por los que la Virgen me había  llamado, creyendo que la Virgen me había llamado para que trabajara  en la viña del Señor...Al día siguiente de llegar del viaje de Medjugorje me hice unas pruebas médicas que tenía pendiente y sin saber el resultado me ofrecí a trabajar en la Parroquia de lo que hiciera falta porque creía que era lo que la Virgen quería de mí, los sacerdotes recién llegados a la Parroquia me propusieron ser catequista de primero de Primera Comunión y dije sí...

Días después los médicos me comunican que tenía un tumor cerebral grande y muy mal localizado...fue en ese momento en el que entendí que la Virgen me había llamado no porque quería algo de mí, sino porque quería darme su mano para acercarme a Jesús y ser el apoyo en este duro trance...

Siendo consciente ahora de todo, sólo puedo decir Padre mío aquí estoy hágase en mí tu voluntad.

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